Mp3 Creative

Después de mis últimas fatídicas experiencias con los mp3 Creative (tuvieron que cambiarme mi Zen MicroPhoto tres veces porque tenía un error de fábrica) pensé que nunca volvería a comprar ninguno de esta marca, pero como este en concreto costaba 25 euros y tenía 1GB de capacidad, que no está nada mal… volví a caer en la tentación. A fin de cuentas sólo son 25 euros y, bueno, si se rompe tampoco se puede decir que sea una pérdida muy grande.

Sólo hace dos semanas que lo tengo, pero de momento no ha dado ningún error extraño, así que ¡minipunto para Creative!

Pero pasemos a sus características: es un mp3 pequeñito, muy ligero y de diseño mono y fashion, con capacidad para almacenar 1GB de música (unas 500 canciones) en formatos MP3 y WMA. Se conecta al ordenador mediante un cable USB y allí se carga en una hora o más o menos. Según anuncian, tiene autonomía para unas diez horas, pero yo no lo he comprobado.

Bien, obviamente el Zen Stone no es una competencia para el iPod ni demás reproductores de 20 GB con pantalla a color y capaces de reproducir mil formatos. Está orientado a un público, digamos, «poco exigente» en cuanto a tecnología, que busca un aparato sencillo a buen precio con el que poder escuchar sus canciones favoritas. Y si tienes claro que es eso lo que buscas -y nada más-, lo encontrarás (¡y a 25 euros!). Las carencias están claras desde el principio: no hay radio, ni pantalla, ni reproducción de fotos ni DVD. El mp3 sólo es capaz de reproducir las canciones que le metas, y ya está.

Eso sí, al menos no las reproduce mediante un sistema aleatorio, como el iPod shuffle, sino que las puedes organizar por carpetas e ir saltando de carpeta en carpeta mediante un botón. No es como seleccionar una canción determinada con la pantalla, pero al menos permite cierta clasificación y no tienes que estar dándole a «next» eternamente hasta encontrar lo que buscas.

Supuestamente está disponible en negro, blanco, verde, azul, rojo o rosa, pero en las tiendas siempre parecen haber perdido el verde y el rosa, o al menos yo nunca los he visto.